GUS VAN SANT, RIVER PHOENIX Y KEANU REEVES: My own private Idaho (1991)
Película icónica, de culto. Marca los inicios de la carrera artística del director y de un actor como Reeves. Y también es marca de una época, del espíritu de la contracultura, de las subculturas o submundos o circuitos alternativos que Van Sant refleja, junto con una recreación del Enrique IV de Shakespeare; retrato a la vez realista crudo y sórdido de la marginalidad y el abandono de un puñado de personajes que viven en la calle; tratamiento temático de la vulnerabilidad afectiva, del vacío y el abandono familiar,de los vericuetos por los que transitan las relaciones humanas. La protección y el cuidado de Scott y la debilidad de Mike dibujan los roles en una amistad única, la carencia de familia, ya sea por ausencia o por rechazo, búsqueda de la madre, enfrentamiento y deseo de reconocimiento del el padre. Temas universales, shakeaspereanos, que aquí adquieren un tono nuevo, una vez más nos enfrenta a los temas de siempre con un matiz personal. Por lo descarnado del tratamiento y por la maestría cinematográfica. Estamos frente a un director que nos encierra en un mundo propio, como dice el título, en un universo que ha creado.
La película es de 1991, al comienzo de la década de los yuppies, del dinero y el ascenso de valores que resaltan el éxito rápido e inmediato, dejando atrás los idealismos juveniles de las décadas pasadas. Y lo que exhibe es precisamente la contracara, o los desperdicios, los remanentes, los márgenes de ese «éxito».
Una de las temáticas que obsesionan a Gus van Sant es la juventud, la adolescencia como etapa de búsqueda de la identidad y también de miedos y violencia, «en ellos trasunta el temor, la desesperanza», dice el director.
Y utiliza y pone al servicio de estos temas toda su vocación vanguardista, sus recurso de experimentación, para lograr piezas personales que llevan su sello estético. Lo onírico, las imágenes poéticas, la musicalización conforman esa estética original.
La escena que abre y cierra la película, con el personaje de Mike en la ruta de Idaho, es de las más bellas que produjo el cine.
El título original es el de una canción de la banda juvenil B-52, que inundó con sus melodías rápidas y eléctricas los años 80.
La figura de los jóvenes rebeldes
La temática del joven rebelde, de la rebeldía juvenil «bella» y dolorosa, que se enfrenta al mundo como un modo de empezar a vivir, de decir «aquí estoy», ha estado presente en el cine de la mano de grandes directores muchas veces al iniciar su trayectoria, dando personajes recordables, y logrando reconocimiento e identificación de cada época. Algunas décadas tienen su ejemplar exquisito:
Rebelde sin causa (de Nicholas Ray, con James Dean, 1955)
Buscando mi destino (Easy rider, con Peter Fonda y Jack Nickolson, 1969)
La ley de la calle (Ruble fish, de Francis Ford Coppola, con Mat Dillon y Michey Rourke, 1983)
En todas ellas los protagonistas se identifican con la velocidad, las motos, los autos, las drogas, riesgos y peligros, experimentar los límites. A través de ellas se dieron a conocer jóvenes actores que tuvieron un gran desarrollo, y otros han quedado atrapados tal vez en la identificación con el personaje, como es el caso de James Dean y de River Phoenix.
Por esta película Phoenix ganó el Premio al Mejor Actor en el Festival de Venecia, y moría dos años más tarde por sobredosis en un recital de música.
Reeves se dedicó a la música y vivía en casillas rodantes u hoteles, se compró una casa sólo diez años atrás. Phoenix, hijo de hippies que adhirieron a la secta Niños de Dios, cantó cuando era chico en la calle por dinero.
Filmografía de Gus van Sant
Este director prolífero, con producciones heterogéneas, algunas más independientes, y otras perfectamente encuadradas en los parámetros de la industria, ha cosechado premios y nominaciones. Ganó en Cannes 2003 con Elefante.
1991 Mi mundo privado
Ellas también se deprimen, con Uma Thurman
1995 Todo por un sueño, con Nicole Kidman
1997 En busca del destino, con Matt Demon y R. Willliams. Sobre libro de Matt Demon y Ben Affleck. Marca el inicio de estos dos actores en Hollywood, desconocidos hasta entonces. Era su primer guión.
Descubriendo a Forrester, con Sean Connery
2003 Elefante
2007 Paranoid Park
2008 Milk, con Sean Penn. Nominado al Oscar como Mejor Actor
En Cannes 2015 presentó Sea of trees, con Naomi Watts.